Ante su gente, River quería seguir de racha en el Monumental, con un oído de lo que pase en La Plata entre GELP y Lanús. De todos modos, nada servía si esta tarde el dueño de casa no se hacía de los tres puntos y salió a jugar el partido como lo que era: una finalísima.
A los 17´, la primera acción de peligro para el Millo, por medio de una gran trepada del Keko Villalva, que le ganó la posición a Corvalán, se metió en el área y dio un pase atrás estupendo para Fernando Cavenaghi, que resolvió de taco pero muy suave, por eso Sebastián Saja pudo atrapar la pelota sin problema.
Hasta que a los 23´, River iba decidido a buscar el gol por todos los medios, y de tanto insistir, centros y rebotes, Esteban Saveljich derribó al Keko en el área y Diego Abal no dudó: penal. El encargado fue el capitán, y el Torito, que cortó su sequía de 710 minutos sin convertir y ejecutó fuerte a la derecha, para desatar el delirio del Monumental.
La figura del equipo de Ramón era Villalva, una pesadilla para la defensa de la Academia y seguía llegando.A los 28´, el correntino enganchó y se la dio a Manu Lanzini, que remató cruzado y Saveljich la sacó al tiro de esquina.
El equipo de Avellaneda solo disponía de contragolpes encabezados por Rodrigo de Paul y los desbordes de Gabriel Hauche, pero sin profundidad. El partido seguía ofreciendo emociones: a los 34´, por medio de un tiro de esquina, Jonathan Maidana cabeceó absolutamente solo, a centímetros del arco.
El cronómetro avanzaba y el Millo estaba más cerca del segundo que Racing del empate. Sin embargo, el fútbol tiene estas cosas y por medio de un tiro de libre aislado, centro de De Paul y Diego Villar, de cabeza y sin oposición, definió cruzado y estableció el 1-1. Volver a empezar.
Se moría el primer tiempo, hasta que a los 43´, cambio de frente para el Keko por derecha, que tiró un pase raso a la medialuna, Lanzini la dejó pasar y atrás estaba Carlos Carbonero, que había aparecido poco, para rematar de primera, al medio, inatajable para Saja: 2-1, golazo del colombiano, goleador de River en el torneo (6 goles).
Final del primer tiempo y 0-0 final en el Bosque entre Gimnasia y Lanús, así que con el resultado parcial el Millo y el Lobo compartían la punta, con 31 unidades.
En el complemento, el equipo visitante fue a buscar la igualdad, otra no le quedaba. Pero River era el local y asumió rápidamente el protagonismo en la segunda etapa, con la presión en el mediocampo del Lobo Ledesma, la solvencia en la defensa de Ramiro Funes Mori y Maidana y la frescura del Keko.
A los 8´del ST, un ataque magistral de River: empezó en tres cuartos de cancha Cavenaghi, apertura para Carbonero, que tocó en diagonal para Lanzini, que devolvió para el colombiano que se filtró y se la pasó al medio al Cavegol, que de taco, en el área chica, resolvió con moño la triangulación y estampó el 3-1. Brillante resolución y una jugada para aplaudir.
Hace varios partidos que River no jugaba con tanta tranquilidad, con varios minutos por delante. Racing, prácticamente resignado, atinó a defender su arco y que el marcador nos sea más abultado.
Entró Matías Kranevitter por el Lobo y Giovanni Simeone por el Torito (que llegó a seis tantos en el Final y 97 en la Banda) para sumar frescura al conjunto de Ramón, que manejaba los hilos del partido, a pesar que la Academia disponía más de la pelota, pero sin saberla administrar.
Nada pasaba en el partido, hasta que un contragolpe encontró a Hauche, que picó al vacío, habilitado, sin obstrucción, así que tuvo tiempo de perfilarse para la derecha y definir cruzado ante la salida de Chichizola: 3-2 y suspenso en el marcador, a los 27´ del segundo tiempo.
A 10 minutos del final, se retiró lesionado Mercado y entró Augusto Solari. Se vivía mucha tensión en el estadio, con al incertidumbre del resultado. Más cuando Valentín Viola, que ingresó en el ST, lo tuvo de volea, al lado del palo.
Lanzini lo tuvo para liquidar: en una baldosa se metió al área, pero el derechazo del 10 estrelló el palo. Esto fue a 5´del final. Vibrante espectáculo.
En tiempo de descuento, a los 48´ ST, Maidana se va expulsado y Racing tuvo un tiro en la puerta del área, inmejorable. Juhgada preparada, la pelota se iba afuera e inexplicablemente Ariel Rojas elevó el brazo: penal para la Academia. Insólito lo del Chino (parecido a lo de Adalberto Román contra Belgrano) y una oportunidad inmejorable para los de Avellaneda.
El encargado de ejecutarlo fue Sebastián Saja. Pateó fuerte, pero bajo, y ahí se arrojó Chichizola, el héroe de la jornada, tapando el penal e inmortalizando el abrazo de todos los jugadores tras su hazaña. River terminó sufriendo, pero ganando 3-2.
Chichi atajó dos penales en cuatro partidos (el anterior, a Estudiantes) y se ganó la ovación de todo el Antonio Vespucio Liberti. El Millo está en la punta, con 31 puntos. Hizo lo que tenía que hacer. Como en todo el campeonato, sufriendo hasta el pitazo final de Abal. Emocionante clásico. Para el recuerdo. River depende de sí mismo para ser campeón. Festeja el pueblo Millonario. La 35° estrella, más cerca.
Nicolas Diz
@diz_nico
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