FOTO: Prensa River
Seguramente un porcentaje muy alto de los lectores que accedan a esta nota se lleven una impresión fuerte en cuanto al título. Y no es para menos puesto que la primera expresión sería un ¡NO! rotundo. Pero déjenme decirles estimados amigos que el titular de la presente no hace referencia para nada al ex presidente de la institución, sino al pequeño y juvenil delantero que tiene el Club Atlético River Plate: Daniel Alberto es Villalva y, siendo la gran figura del partido ante Lanús, no es descollado pensar en que podría ser titular en el Superclásico venidero.
No cabe otra definición: el “Keko” la rompió. Es que para lo poco que hoy por hoy se observa en el fútbol argentino, con una jugada estupenda dentro del área para el posterior toque de Fernando Cavenaghi y con un remate sutil (en posición prohibida en primera instancia), el delantero oriundo de la provincia de Corrientes hizo delirar a todo el Estadio “Monumental” y le permitió a River ganar un partido que en la previa era por demás de complicado. El “Keko” lo sirvió y lo hizo.
Siete días atrás hacíamos referencia a una siesta que se había echado el equipo que dirige Ramón Díaz en el encuentro frente a All Boys y dicho momento le había costado perder con el elenco de Floresta. En esta oportunidad, el “Millonario” enfrentaba a uno de los mejores equipos de Argentina y supo como doblegarlo. No sería justo decir que hubo solo un equipo dentro de la cancha, pero el local fue más que preciso dentro del área y por eso se llevó los 3 puntos.
Fue un primer tiempo ampliamente dominado en el mediocampo por el visitante. Lanús es un equipo trabajado, que sabe a lo que juega y que tiene un entrenador que si bien es joven aplica sus grandes conocimientos y se los transmite a sus dirigidos. River llegaba al arco con un intento de Cavenaghi luego de que el tiro libre que él mismo había pateado diera en la barrera. No había chances claras de gol hasta que Villalva recibió un pase de Gabriel Mercado desde 35 metros, dominó en el área y luego de tirarle un “sombrero” a Carlos Izquierdoz, se la dejó servida al 9. Al “Torito” sólo le bastó empujarla y a gritar, a celebrar el primero cuando corrían 34 minutos. Los de Núñez golpeaban quizás en el momento exacto, en un tramo importante del partido en el cual irse al descanso con esta ventaja, le posibilitaba ingresar al complemento de otra manera.
Y así fue, el conjunto “Millonario” entró a disputar el segundo tiempo con otra cabeza más allá de aquella chance en la que Lautaro Acosta casi equipara el resultado pero su remate dio en el travesaño. River dominaba en el medio y los encargados de distribuir el fútbol aparecían poco a poco. Manuel Lanzini, con algunos altibajos, intentaba ser ese conductor natural que precisa el equipo. Entre Cristian Ledesma y Ariel Rojas buscaban frenar cualquier avance del “Granate” y las interesantes proyecciones de Carlos Carbonero de rendimientos altos en los últimos partidos querían ahogar las ocasiones que pudieran llevar peligro al arco de Marcelo Barovero. 25 minutos tardó el elenco que comanda el “Pelado” en convertir por segunda vez. Tremendo quite de Ledesma cuando apenas pasaba la mitad de cancha y gran pase para Lanzini. El 10 la jugó para Cavenaghi pero el intento de pared del “Torito” quedó servido para Villalva que en posición adelantada sacó un remate hermoso e hizo inútil la estirada del muy buen arquero Agustín Marchesín. Ahora sí, el 2 a 0 daba más tranquilidad para manejar los hilos de un partido muy complicado para cualquier equipo.
River contaba con el apoyo unánime de su gente sorpresivamente sin la hinchada que se ubica en el sector popular. Todos los que estuvieron en la cancha cantaron “el domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”, obviamente que se hacía referencia al superclásico. Mientras, los minutos pasaban y además de las oportunidades que tuvieron Cavenaghi, Carbonero y Lanzini para aumentar el marcador solo basta contar la presencia de un niño de no más de 10 años que ingresó al campo de juego y burló la seguridad: un espectáculo aparte que para algunos es motivo de risas, para otros no lo es. Ganó River, y era lo único que servía en la previa del partido más importante del mundo.
No importa como llegue cada uno. No interesa el pasado, el presente ni el futuro. El que viene es un encuentro aparte, aquel que cada futbolista profesional desearía disputar. De todas partes del mundo irán a la “Bombonera” a verlo. En esta ocasión, River no tendrá su público por esta ridícula medida de la prohibición de los visitantes, pero presentará lo mejor que tenga en la cancha de Boca. La gente ya lo expresó en sus cánticos. Todos quieren el triunfo claro está y sería un envión anímico más que importante ganar en ese Estadio y meterse de lleno en la lucha por el campeonato.
Alexis Emmanuel Fuma
@alesn08
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