Incisivo para atacar, siempre opción para recibir juego y desequilibrante. Carbonero intentó siempre que pudo y generó peligro en el campo rival. RIVERINSTANTE eligió al colombiano como figura ante Godoy Cruz.
Desde el arranque mostró que iba a hacer un partido de alto nivel. Movedizo para romper las líneas del rival y generar el dos/uno. De su mano llegó el gol de River. Gran pase de Teo para habilitarlo por derecha y sin demorar la jugada tocó al medio para que Cavenaghi vuelva al gol ante su gente. Desde ahí en adelante la figura de Carbonero se fue agrandando.
En el aluvión futbolístico de los primeros 15 minutos, el colombiano fue la manija de un River que llegó por todos lados y, con el uno a cero consumado, parecía que goleaba. En el segundo tiempo, y antes de la expulsión de Balanta, fue el más claro. Imparable en cada arremetida. Fue mucho el desgaste que tuvo que hacer debido a jugar con 10 y terminó diluyéndose con el correr de los minutos.
Desde los pies de los colombianos, Teo y Carbonero, surgió el mejor fútbol de River que perdió un partido de local que lo deja relegado en las aspiraciones de lograr un título.
Marcelo Andrés Guzmán
@marceloaimar
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