domingo, 12 de enero de 2014

No corta ni Pincha




El debut veraniego de River no hizo más que demostrar lo que es: tan solo la presentación de los que jugaron, con el único objetivo de probar futbolistas de cara al futuro. Resulta ser que estos partidos, salvo cuando se enfrenta a Boca, para muchos son tomados como pruebas, como ensayos en los cuales no se pone “la pierna fuerte” ni se exige demasiado. Tal es así que el resultado terminó siendo justo debido a la pobre producción dentro del campo de juego.

El 1 a 1 en el Estadio José María Minella de la bella ciudad de Mar Del Plata reflejó el presente de los dos conjuntos. Ambos, en plena etapa de pretemporada, se prestaron la pelota y nunca llegaron a profundizar en las acciones de gol. Se podrá decir que si hubo goles sí fueron profundos, pero muchas veces dichas anotaciones pueden surgir de errores del rival. Y fue el caso de las conquistas de la noche puesto que tanto la apertura del marca­­­­­­­­dor como el empate se produjeron por desatenciones del contrario.

El equipo que dirige Mauricio Pellegrino llegó a la ventaja cuando el primer tiempo llegaba a su plenitud. Corrían 40 minutos y entre Román Martínez y Diego Auzqui se encargaron de hacer renegar a la defensa del “Millonario” y fue éste último jugador quien luego del pase de su compañero impulsó la pelota hacia la red con Leandro Chichizola con nada por hacer. Así se iba la primera mitad, con River abajo en el marcador. Una clara muestra de actuaciones viejas.

Aun así, el elenco que comanda Ramón Díaz recuperó la memoria e inmediatamente comenzado el complemento, igualó las acciones. Iban 8 minutos y Federico Andrada le robó la pelota a Israel Damonte, soltó el pase para Daniel Villalba y el “Keko” vio la entrada de Giovanni Simeone a quien solo le bastó empujarla. Era justo, quizás merecido ya que no había supremacía futbolística ni física entre ambos. Luego de esto, el dolor de ojos fue muy intenso hasta el final.

Para rescatar, la buena actuación de Emanuel Mammana y los ingresos de juveniles que en teoría deberían ser los cracks del futuro. No sería justo calificar ni a los jugadores ni al DT, todos tienen cuenta abierta para demostrar porque quieren llevar a River de nuevo a lo más alto. Esto recién comienza, eso sí: no se olviden que en siete días habrá que GANAR o GANAR, ya que enfrente estará el rival de toda la vida y los “clásicos de verano” no existen.

Alexis Emmanuel Fuma
@alesn08

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