A pesar de la dolorosa derrota, el colombiano hoy demostró, en uno de los partidos importantes, que está echo para River. Sacrificó su posición de goleador para ubicarse donde el equipo más lo necesitó.
Partido tras partido el delantero va recuperando el nivel que lo llevó a El Más Grande, hoy fue el más parejo del equipo de Ramón. Porque desde el arranque del partido se dio cuenta que era lo que necesitaba el equipo y se ubicó de pivote para asociarse a Carbonero en derecha o aparecer por sorpresa en la izquierda. Peleó, jugó, asistió, provocó el error del rival: sacrificio y juego para él.
Hasta provocó lo que pudo haber sido el empate en el primer tiempo. Gran habilitación por derecha a Carbonero para dejarlo en diagonal al arco. El tiro por desgracia se fue desviado pero fue una de las tantas claras que tuvo River en la etapa inicial. El Millonario mereció más porque funcionó bien la presión de todo el equipo y el juego asociado entre los volantes y delanteros de Ramón.
En el segundo tiempo, Teo fue el único que entendió que el error más grave era limitarse al pelotazo y enloquecer. Había que pensar el partido y él fue de los pocos que descodificaron el partido. Con Lanzini y Carbonero eclipsados, ya sea por cansancio o por el control del medio del visitante, Gutiérrez se mostró siempre y hasta pudo llegar el empate de su mano. Pero Orion se quedó con el grito Monumental.
River no sabe como rodear a un delantero que hoy demostró que está a la altura del club. Es una pena que por este error nos estemos perdiendo de un gran goleador que se pone el overol para servirle al equipo.
Marcelo Andrés Guzmán
@marceloaimar
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