Ser irregular no es un buen indicio. El fútbol está plagado de frases y una de ellas es: “Si no lo podes ganar, al menos no lo pierdas”. Pero, ¿qué pasa cuando la igualdad es molesta y preocupa? Cuesta encontrar una culpa o una sola responsabilidad. River no realizó un mal trabajo, pero no supo cómo estirar la rápida ventaja obtenida en el amanecer del partido y por ello se trajo apenas un punto de la cancha de Arsenal. Esta vez no hubo fallo de los hombres de negro, estaban vestidos de verde.
Quizás se hable en la semana de la última jugada que tuvo como protagonista a Giovanni Simeone en la que pudo haberse cobrado tiro penal. Quizás se comente con demasiado rodaje el off-side de un metro de Julio Furch en el gol del local. Quizás haya quejas, pero nada podrá cambiar lo que ya se ha plasmado en la lluviosa noche porteña. El casi siempre complicado equipo de Sarandí fue una molestia para el conjunto que dirige Ramón Díaz. Cayó en mal momento, justo luego de la remontada ante Tigre y el buen encuentro que se había disputado. Las cartas sobre la mesa: el líder manda con 14 puntos, el “Millonario” suma apenas 8 unidades. No nos ARSE nada bien.
La noche arrancaba como para ilusionarse. No existía un juego tan vistoso ni contundente pero la intención de atacar constantemente estaba. Y rápidamente apareció la ventaja que nos permitió sacarnos ese peso de hacer un gol de visitante. Carlos Carbonero propuso un gran desborde por el sector derecho y, con cabeza levantada, visualizó en el área al solitario Gabriel Mercado a quien solo le restó empujarla y hacer inútil la fuerza del arquero Cristian Campestrini para contener el remate. El 1 a 0 a los 10 minutos daba algo de tranquilidad y más aún si se tenía en cuenta que se buscaba estirar la diferencia desde el buen trabajo realizado por Teófilo Gutiérrez. El colombiano mostraba sus dotes, su potencia ofensiva y sobre todo la solidaridad para jugar en equipo. Iba por la banda izquierda una y otra vez, y en una ocasión soltó el pase para Manuel Lanzini, quien de frente al arco estampó su disparo en el palo derecho del guardameta localista. River avanzaba, apretaba el acelerador, pero no estaba fino a la hora de definir. Arsenal, por su parte, intentaba lograr la igualdad que le permitiera llegar más cómodo al descanso, pero chocaba con la figura de Marcelo Barovero, quien con la cancha y pelota mojadas hacía todo fácil sacándose el posible error de encima. Así, finalizaba un primer tiempo algo raro, inconcluso, en el cual parecía que el club de Núñez podría haberse ido con una ventaja mayor pero solamente ganaba por la mínima diferencia.
El complemento fue en la mayor parte de Arsenal. Cuando más se precisaba que River lastimara al rival, fue cuando menos apareció. No generó el peligro suficiente. No llegó con claridad al arco de Campestrini y todo ello lo llevó al retroceso en el campo de juego. Las ganas del local de emparejar el resultado se hicieron efectivas en el momento justo. Promediaba la segunda mitad y llegó esa situación en la que Furch quedó adelantado solo en el área grande de la visita. El línea Francisco Noguera no levantó la bandera, el delantero dominó el balón, se acomodó y sacó un soberbio remate por lo bajo e hizo que creamos que Barovero es humano. “Trapito” no pudo contener el disparo y el marcador quedaba igualado en uno a los 20 minutos. Hasta que una vez más se pudo ver una situación que nos llevó a la duda. El árbitro Juan Pablo Pompei decidió no otorgar tiro penal en la última jugada de riesgo que lo tuvo como protagonista a Simeone. “Gío” se disponía a patear y el cruce del defensor de “Arse” nos hacía pensar en la posibilidad de tener a favor la pena máxima, pero el hombre vestido de verde no juzgó intención del jugador del equipo local. Empate nomás en el Viaducto, ¿servirá? En diciembre lo sabremos.
Por delante All Boys, después Lanús en el Sur Bonaerense y luego Boca otra vez en casa. Pero vayamos por parte. A pensar nuevamente en una recuperación no solo en el resultado. La idea es mejorar en el juego. De nada servirá ganar si a los siete días vas al Estadio del “Granate” y mostrás la misma cara que ante los de Sarandí. Hay que vencer al “Albo” con superioridad futbolística para que frente a Lanús se pueda continuar con la supuesta buena racha y así llegar al 6 de octubre de la mejor manera. No soy partidario del “ganar como sea”. En los próximos tres partidos habrá que ser claros vencedores y defender la camiseta del más grande, lejos.
Alexis Emmanuel Fuma
Noche bonaerense, se jugó en provincia. ¿periodista?
ResponderEliminarHablar en primera person? Puffffffffffff
Decadente opinión. Pésima
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