El partido era imposible para el millo. Todos sus intentos eran obstruidos por el buen funcionamiento defensivo del canalla.
Cuando todo parecía terminar en un empate, Ramón sacó su carta ganadora de siempre, “LOS JOVENES”. Metió mano y mandó a la cancha a Federico Andrada, en sus primeros 23 minutos en el Monumental, marcó el gol de la victoria. Una noche soñada.
El goleador histórico de las inferiores riverplatenses se expresó muy excitado. “Esto es una emoción enorme. Desde los siete años me toca defender la camiseta. Pude hacer el gol y darle la victoria. Estoy muy contento. Le dimos una alegría a la gente”, dijo el pibe.
Como lo que es, un chico, la alegría desbordó su ser y exclamó: “Logré esta alegría de la gente, ahora a seguir por este camino que venimos bien… Gracias a Dios pudimos hacer el triunfo”.
Fede sabe que éstas chanches se verán acotadas cuando se habilite a Teófilo y sea él quien ocupe la referencia en el area y, agradablemente y con responsabilidad, opinó: “A nosotros los más jóvenes nos va a servir la llegada de Teo”.
Esteban D’Agostino
@daguitos
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