lunes, 29 de julio de 2013

Una victoria sin mucho sabor

Como antesala a lo que será el inicio del campeonato, River y Racing disputaron un entretenido partido en el Estadio Monumental, que se terminó definiendo a favor de los Millonarios gracias a la efectividad de propios y la falta de definición de extraños. Luego de empatar en los 90 minutos, 1 a 1, con goles de Migliónico para la academia y Lanzini para River, el ganador de la Copa de Invierno debió definirse desde los doce pasos, y la suerte favoreció a los de Núñez que se impusieron por 4 a 2. Cabe como dato a destacar la presentación de Jonathan Fabbro y Carlos Carbonero, que disputaron su primer partido con la banda y en un aceptable nivel.

El partido se podría decir que fue de un tiempo para cada lado. Racing empezó mejor, con un equipo bastante adelantado en el campo para presionar a la línea de tres de River que quería salir jugando prolijamente desde abajo, pero terminaba casi siempre con el pelotazo largo a Luna. El equipo de Zubeldia atacó mucho en la primera media hora y tuvo su recompensa a los 26 del PT, cuando luego de un corner desde la derecha que derivo en una serie de remates poco precisos, Cámpora mandará un centro atrás para que Miglionico solo deba empujarla con la cabeza y así poner en ventaja a los de Avellaneda. Pero luego del gol, el equipo se tiro atrás y lo pagó.

En el segundo tiempo, River salió con todo a buscar el empate y pudo conseguirlo antes de los primeros 15 minutos pero, entre la falta de definición de Luna y las buenas intervenciones de Saja, el 1 a 1 no pudo ser posible sino hasta los 33, cuando luego de un bochazo al área los defensores centrales de Racing se chocan entre ellos y la pelota los sobra, situación que aprovechó Manuel Lanzini que con toda la tranquilidad del mundo puso el empate definitivo en el marcador.
El final del partido volvió a ser parejo, y tanto River con un cabezazo en palomita de Carbonero que salva increíblemente Saja, como Racing sobre el final con un zurdazo cruzado de Corvalán que termina sacando Barovero de manera muy poco ortodoxa, pudieron llevarse la victoria. Pero al final, fue empate y se decidió ganador desde los 12 pasos.

Y, en esta ocasión, la suerte estuvo del lado millonario. Los penales errados de los juveniles Zucullini y De Paul, definieron que la última conversión de Fabbro le dieran la victoria a los de Ramón Díaz, que está a la espera de Teo para poder solucionar esa cuenta pendiente que tantos problemas le vienen trayendo a River: el gol.

@manu_rp25


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